La silla, dejó marca sobre mi intestino
solo veía através del huequito al hombre de sombrero
Los mosquitos picaron los cachetes:
su rostro deformado
el mar temía que dejara de verlo:
sus ojos huecos adoloridos.
Volví el rostro a la pantalla,
la garganta seca y un nudo en el pelo.
Me quejaba de las ronchas:
-póngase alcohol, cállese y atenta:
Un niño de seis meses lucha por su vida
el espaldar se incrustó en el cuello
después de seis días ella sobrevive y canta por ello.
Solo veía através de sus heridas
solo sentía y ya no me quejaba.
Volví el rostro a la pantalla
y escribi conteniendo el dolor que siento.
PREFIERO EL ABSURDO
Hace 3 meses
¡Mejoras a una velocidad alarmante! El poema ya es bueno, pero si logras transformar en una imagen el último verso, te queda bárbaro.
ResponderEliminargracias! veré que logramos hacer.ju.
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